La cosa es más menos simple. Llegó el verano y no hay dinero, sobran las ganas y muchos son los pilotos. Se podrían organizar partidos, paseos a playa, acampar en lugares exóticos pero el imponderable estrechaba una y otra vez los límites de la aventura.
Había que coordinar alguna acción que rindiera frutos. De los tres, que eran cuatro, sólo dos compartían las ansias de arrebatar parte del pastel a los pasteleros. Los otros, divagaban en torno a la actividad que, como por arte de magia, multiplicara los ingresos, capitales iniciales, y abultara los corroídos monederobilleteras.
Caminando hacia el sector del carrete juvenil, mas de lo mismo, muchas fachadas, poco interés en gastar y adquirir productos ideados en nuestras mentes enfermas. Hacia el otro lado, un muelle atiborrado de turistas recién llegados de cruceros, cámaras, dólares, tecnologías de punta, muchos descuidos. Y si no, playa, y descanso a la espera de la iluminación que los sacase del limbo estival.
El sol pegaba fuerte y rebotaba en las albas lozas del hace poco inaugurado paseo peatonal. El cansino andar de la presa azuzó al chacal y al coyote, que sin pensarlo rodearon, despojaron y evadieron posibles rescates de la ley o del orden encumbrándose en lo alto del cerro tras sortear uno que otro escalón en mal estado, perros correteadores y vecinos malas pulgas.
Chaaaa, la terrible volá cabros, pa’ que hacen esa weá. Por último alumbren antes pa’ amarrarse las tillas o comenzar a correr antes.
El diálogo fue interrumpido tras abrir el insignificante bolsito artesanal que acompañaba la cámara. Como en las películas, tres rollos, que eran cuatro, de verdes billetes con caras de tipos desconocidos pero que en la tienda de rodamientos frente al congreso cambiaban rápidamente y sin mayores consultas.
1 Comments:
Hua!
artesanìa caminante de mente
divago reluciente por los cerros
encumbrado ni la yuta no lo siente.
Qué habrá sido lo de la chauchera
qué será lo que entendiera
cualquier puente a lo incorrecto
un pìloto más se pone presto listo pal puerto.
ya sea en carpa o la interperie un paseito se merece, los tambores y la vida placer de viento entre calores de seres humanos o de bosque a la vida a ilusionarlo.
habrà que fumarlo!
huena Shoro!
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