A propósito de

El microcrédito es una gran herramienta como estrategia de supervivencia, pero no es la clave para un cambio sustantivo de las condiciones infrahumanas en que vive gran parte de la humanidad. Claro, para erradicar las desigualdades se debe gestar inversiones masivas e intensivas en capital pero también atacar frontalmente las estructuras de la desigualdad, tales como la propiedad concentrada de la tierra, que sistemáticamente privan de recursos a los desposeídos para escapar de la pobreza. Los programas de microcrédito terminan coexistiendo con estas estructuras enraizadas, sirviendo como red de seguridad para la gente excluida y marginada por las macro fallas a gran escala engendradas por el ajuste estructural, pero sin transformar las condiciones que hacen que esta gente viva de esta manera. Así, el microcrédito no es la clave para poner fin a la pobreza que existe entre las 75 millones de personas en Andhra Pradesh, aún cuando un tipo que haya ganado un Nóbel por implementar esa idea. Pareciera ser que la distinción se debe a que un mecanismo basado en el mercado ha gozado de un cierto éxito justamente cuando otros programas basados en el mercado se han estrellado. Los programas de ajuste estructural que han promovido la liberalización del comercio, la desregulación y la privatización, han traído mayor pobreza y desigualdad a la mayor parte del mundo y convertido al estancamiento económico en una condición permanente.

Evidente es la brecha entre la realidad y la percepción mediática de ésta. Tiene algo de enfrentamiento, mucho de insuficiencia de la comunicación. La desinformación e incomunicación en que nos mantienen inmersos es una actividad plagada de desidia : controlar la información por pocos medios es diseñar el espacio mediático al gusto y antojo de unos pocos. Los grupos tras estos medios influyen, modelan y también presionan para que las políticas públicas se hagan según sus criterios. Eso ha pasado desde 1990 en adelante en Chile y evidentemente durante el periodo previo al 11 de septiembre de 1973. Y de no mediar cambios, seguirá sucediendo.

Grande Paul Walder :)