QUÉ
Tengo que decirles que tengo una relación de amor-odio con los qué. Que falta esto, que sobra aquello, pero siempre salen, y de tantos (son como acolchonados los viejos éstos) que comienzan a configurarse casi como una plaga conectiva-desafiante del inquisidor ojo censurador, garante del correcto uso del boca-vulario 1 (como rosario revolucionario que cuelga de un dromedario)2
Que bien es más que bien. Y sólo por una configuración impuesta de los garantes en torno a su lenguaje. Así, el "qué te pasa" carecería de fuerza y se diría "te pasa", y todo el mundo comprendería mejor ante los cuestionamientos que deban surgir. Que no emane de cada uno, y al mismo tiempo, pueda suceder, capaz que suceda, extraño que no resulte. Depende del que ya cuestiona o cuestionó. Por ello, nos abocamos a decirles que puede ayudarles diferenciar los que ocupan- y los que no- los qué. Incluso, se podría definir a aquellos que dejan que todo suceda, tal cual, y los que no se conforman y disparan porqués
1 Si es vecorta se esconde con belargas superpuestas que como lindes colindantes llevan acentos en forma de guión
2 Sobre sí. Subversión del lenguaje, irregular y evidenciado en los ejemplos idearios.
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